Estocolmo

¡¡A las buenas tardes gente!!

¿Cómo va todo por aquellas tierras? Por aquí bastante bien, al menos ya parece que ha llegado la primavera, algo que no creíamos que fuese a existir en Bélgica, llevamos toda la semana en manga corta y pantalón corto.

Ya lamento haberos tenido un poco abandonados, pero el ritmo de vida que llevamos hace que nos toque arrebañar minutos para hacer este tipo de labores. De hecho (últimamente no hago más que repetir “de hecho”, tanto hablando en castellano como en inglés, harto estoy) ahora estoy en la lavandería, no tengo Internet aquí, estoy escribiendo y luego en la resi lo subiré.

Veamos, por dónde empiezo… Vale, empezaré por la visita que me hicieron estos el jueves pasado. Llegaron (Rose, Trini, delaCales junior y sénior, Pablo y Yeray) sobre las 3 o así, primero subimos a que dejaran el equipaje. Luego bajamos con las bicis a darnos una vuelta por el pueblo y a recoger a Alonso, nos tomamos unas cañas y subimos otra vez hacia la resi, previa parada en el súper para comprar cerveza a mansalva.

Fue un buen fiestazo, aunque estos empezaron demasiado pronto con el ya conocido como “ritmo infernal” y como es lógico se murieron bastante pronto. He aquí una foto de Yeray muerto en mi habita:



El único percance reseñable es que a falta de terraza nos fuimos a tomar una cerveza encima del tejado de la casa de al lado, y alguien invitó a la policía para que se uniera a la fiesta. A la mañana siguiente se piraron éstos hacia el GroezRock.

El viernes por la noche era la fiesta de despedida de András, ya os he comentado algo de él antes. No quiero ponerme sentimental, pero la gente se empieza a ir, mañana por la noche hay otra fiesta de despedida… Es muy jodido ver cómo se va acabando esto… A lo que iba. La fiesta estuvo bastante bien, unas cerves en casa y luego de bares. El sábado por la noche salíamos para Estocolmo, y Tere y yo habíamos decidido acercarnos durante el día a Alemania a por los tickets del Rock am Ring e ir luego directamente hacia el aeropuerto… Sobre las 3 de la mañana del viernes decidimos que no era un plan muy viable, por lo que preferimos pasar del asunto.

La noche se alargó y el final quedábamos 5 personas en la cocina tomando la penúltima, y cuando vimos que empezaba a clarear pillamos las bicis y nos fuimos a un prado a ver amanecer, muy idílico todo, ya sabéis. En el prado sucedió un hecho que me ha convertido en receptor de mofas y risas durante la última semana… Bien, os cuento; al lado del prado había un cercado con un caballo dentro, y a mí se me ocurrió compartir una de mis galletas de chocolate con el caballo… El problema es que el hijoputa confundió mano que te ofrece alimento con alimento en general y se metió toda mi mano dentro de la boca. Al principio no hacía nada, pero luego empezó a probar si mi uña era comestible y empezó a apretar los dientes… Imaginaros la escena, con todo el morao que llevábamos, chillando “hijoputaaaaa” intentando sacar la mano de la boca del puto caballo… Todavía tengo la uña algo morada.

El sábado por la noche partimos para Estocolmo, llegamos al albergue sobre las dos de la mañana o así. Lo cierto es que me ha gustado mucho la ciudad, pero me esperaba otra cosa muy diferente, es difícil de explicar pero me esperaba algo más… “nórdico”. El primer día era el día del rey y había bastante movida por la calle, calles cortadas, policía, banderas, flores, etc.



Estocolmo está situado en la salida de un lago hacia el Báltico, por lo que son todo islitas, lo que hace que aunque en línea recta esté cerca te toque pegarte una buena pateada para ir de un sitio a otro. Estuvimos en el museo de arte moderno y por la noche a tomarse unas copichuelas en la habitación del albergue. Las bebidas las llevábamos de Bélgica, ya que sabíamos que tanto el alcohol como el tabaco están por las nubes (una caña 4 o 5€), lo que nos sorprendió muchísimo es que no es una ciudad cara en absoluto, yo me la esperaba carísima y para nada.

Al día siguiente (1 de Mayo) nos fuimos por la mañana a ver el ayuntamiento, está de puta madre, me encantó la torre de noche, es totalmente siniestra. Luego nos fuimos a ver el museo de la ciencia (todos menos uno éramos ingenieros, bueno ingenieros y dos informáticos, ya que tras una larga discusión nos estuvieron convenciendo de que los informáticos no somos ingenieros sino informáticos) el cual estaba a tomar por culo, a tomar por culo y cerrado. Volvimos hacia el centro, donde estaba pasando la manifestación del 1º de Mayo, había muy buen ambiente con batucada y la gente bailando.

Por la tarde nos fuimos al VasaMuseum , el Vasa es un barco del siglo XVII rescatado del fondo del mar y perfectamente restaurado, disfruté como un niño pequeño, ya sabéis que para este tipo de cosas me emociono como un crío. Volvimos a nuestra isla en barco y por la noche vuelta panorámica de despedida. El martes pillamos el avión a las 18 y sobre medianoche estábamos de vuelta en Kortrijk (o Korki, o Kronsin, o cómo buenamente queráis llamar al pueblo en el que vivo).

El miércoles, ya sí, nos fuimos Tere y yo a por las entradas del Rock am Ring a Aachen (ciudad alemana fronteriza con Bélgica y Holanda). Pillamos las entradas y nos fuimos de cañas, luego compramos más cerveza para el tren de vuelta, y luego más… Vamos que llegamos por la noche a Kortrijk mamados los dos.



Ayer por la tarde conocimos al fin a nuestro tutor de proyecto, que ya está bien; parece que ya tenemos el proyecto un poco enfilado. Por la noche había una parade con camiones con música y tal, estuvimos un rato y luego nos fuimos todos (unos 25) a jugar al escondite al parque, estuvo divertido, unas cervezas más luego y pa’ casa.

Mañana nos llevan de excursión al parlamento europeo en Bruselas, ya os contaré a ver qué tal.

Bueno, creo que eso es todo, os he dado una buena chapa eh? Para que veáis que aunque no escriba muy a menudo sí que os cuento lo que voy haciendo.

Un abrazo muy fuerte