Historias y peripecias de un Erasmus en Flandes.

viernes, marzo 17

Fiesta del Chips

Hola peña!!!

Aquí Resacarr, informando desde el frente.

Por donde empiezo... Bueno, ya os digo de antemano que no me apetece mucho escribir, y además tengo al pobre Moyi explotado haciendo la comida y tendré qie echarle una mano.

La semana ha ido muy bien, en su línea, Cervezas y Porros, como dicen S.A. El martes había una fiesta flamenca, luego estuvimos charlando con ellos y acabamos en la casa de las búlgaras haciendo tortilapatata con un pedical curiosote.

Ayer era la fiesta del Chips, un bar de aquí cerca típico de estudiantes que celebraba su 35 aniversario. Para apuntarse era 1€, y lo único que sabíamos es que había que ir a la plaza mayor y que íbamos a beber mucha cerveza, el eslógan era "3200 meters - 3200 pintjes (cañas)". Lo que no nos podíamos imaginar era cómo era realmente la historia. Os comento, había que hacer una fila en la calle, con una separación de un metro entre unos y otros. Tenían un furgón con un tirador de cañas y mucha gente currando que iban andando con el furgón. Te daban una caña grandota, el "hombre del saco" venía al minuto y medio y tenías que darle el vaso vacío, si no te la habías terminado te gritaba en la cara "DRINK DRINK DRINK" con un megáfono. Cuando tirabas el vaso te adelantabas y te ponías el primero de la fila y así consecutivamente hasta llegar el bar (a 3200 metros).

Cuando habíamos recorrido medio kilómetro íbamos por la 8ª caña, creo que os hacéis una idea. Seguimos bebiendo y cuando ya llevábamos 12 o 13 cañas (en menos de una hora, ahí estaba la gracia) la fila estaba bastante deshecha, básicamente consistía en 200 personas borrachas como perras deambulando por la calle. Luego le siguió el compadreo cervecil, creo que dí mi número de móvil a unos cuantos belgas e invité a venir de fiesta a casa a otros tantos.

A las 20 (esto empezaba a las 18) con N cañas encima nos bajamos a la estación a buscar a Moyi. Le pillamos y nos subimos a casa, nosotros con las bicis en el bus (se puede hacer, el tema es que nosotros íbamos SUBIDOS en las bicis dentro del autobús) (tras 10 minutos sigo escribiendo, acabo de tirar el mate sobre el portátil, pero sigue funcionando o sea que sin problema). Llegamos a casa, yo con la bici jodida, por cierto.

En casa nos desfasamos un poco más de la cuenta, con nata y hielo volando por la cocina (¿Por qué? Y yo que hostias sé). Luego nos fuimos al Chips a seguir la fiesta y a las 4 o así nos volvimos a casa. Comimos un poco de pollo que habían hecho las indias que picaba COMO EL MISMÍSIMO INFIERNO. A las nosequé nos fuimos a la cama y nos hemos levantado hace un par de horas.

Os dejo que el Moyi ya ha hecho la comida, y tiene una pinta de flipar.

Menos mal que no tenías ganas de escribir, cagüendiós.